Ustedes sabían que en promedio los suicidios realizados por hombres son 2 veces más que los realizados por mujeres y los intentos son tres veces más, estas son cifras impactantes y nos muestra como en una sociedad q se dice ser abierta y comprensiva los hombres siguen siendo víctimas de la opresión de sus sentimientos, en este punto es donde me pregunto ¿Por qué los hombres?
La salud mental es un aspecto esencial del bienestar integral de cualquier persona. Sin embargo, cuando se trata de los hombres, hablar de emociones, ansiedad, depresión o sufrimiento psicológico sigue siendo un gran tabú en muchas culturas. A lo largo de la historia, se ha fomentado la idea de que los hombres deben ser fuertes, racionales, proveedores y resistentes al dolor, tanto físico como emocional. Esta construcción social ha tenido consecuencias importantes: miles de hombres viven en silencio con problemas emocionales profundos, sin saber cómo pedir ayuda o, peor aún, creyendo que no tienen derecho a hacerlo.
Hoy en día, las cifras son alarmantes. Diversos estudios han demostrado que los hombres son menos propensos a buscar apoyo psicológico, a hablar abiertamente de lo que sienten o a reconocer que necesitan ayuda. Esta falta de atención y expresión emocional ha contribuido a que los índices de suicidio sean más altos entre hombres, a que aumenten los problemas de adicción y violencia, y a que muchas enfermedades mentales no sean diagnosticadas a tiempo.
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Hoy es el mes de la salud mental del hombre y muchas veces se nos olvida que nuestro mayor rival está en nuestra cabeza, hay quienes llegaron a la cima del mundo y que meses antes estaban siendo tratados por depresión, otros a los que sus sombras mentales les acabaron arruinando la vida, otros fueron incapaces de asumir la carga emocional de sus propios fallos y acabaron desapareciendo paulatinamente, otros tuvieron que interrumpir su sueño para poder combatir con su propia cabeza, algunos cayeron al abismo pero consiguieron levantarse para resurgir de sus cenizas, otros miraron a ese abismo con sus propios ojos luchando contra sus demonios entre la vida y la muerte, y tristemente hubo otros que no ganaron esa batalla, porque no todas las heridas son visibles así que recuerda que no eres débil por pedir ayuda, eres fuerte por saber reconocer tu necesidad.
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